Entre los años 620 y 593 antes de Cristo Atenas, la principal de las ciudades griegas, recibió de Dracón y de Solón sus primeras leyes fundamentales y fue así como se inició la evolución que culminaría en la democracia. Es que, gracias a las leyes de Dracón y de Solón, se distinguieron dos tipos de leyes: las de la Naturaleza, poblada de dioses, y las leyes puramente “humanas” de la ciudad. A partir de Dracón y de Solón, los atenienses empezaron a ser gobernados por un nuevo tipo de poder al que llamaron nomos o “norma” (palabra equivalente a la lex o “ley” de los romanos) que no provenía de dioses, sino del interior de la polis (ciudad−Estado que habían constituido). La obediencia de los griegos a las leyes de la polis asombró a pueblos primitivos como los persas, que sólo obedecían al mando de un déspota. A la ciudad organizada por sus leyes constitucionales, los atenienses le dieron el nombre de politeia, que es lo que hoy llamaríamos República.
Todavía no se había borrado el recuerdo de Dracón y de Solón cuando Pisístrato implantó la tiranía en el año 560 antes de Cristo. Atenas regresó así, por un tiempo, a la ancestral tradición del jefe pero no ya debajo de un rey legitimado por una tradición que venía de la prehistoria sino debajo de un advenedizo, de un usurpador. Pisístrato le dio a Atenas un gobierno eficaz, progreso económico y obras públicas pero a cambio de un poder absoluto, sin otra norma que su suprema voluntad. Pisístrato murió en el año 528. Lo sucedieron sus hijos Hippias e Hipparchus. En el año 514, Hipparcus fue asesinado. Cuatro años después el nieto de Pisístrato llamado Clístenes restableció la politeia, imprimiéndole un toque democrático. En el año 507 reorganizó al pueblo sobre la base de los deme (aldeas o barrios), que era donde vivían los polites (ciudadanos) . A partir de Clístenes, los deme servirían de base al ascenso democrático.
Se mantuvo en Grecia una amplia autoridad legislativa y judicial en el Areópago que era una especie de Senado donde se sentaban los ex arcontes, (los arcontes son los que habían reemplazado a los reyes como jefes del poder ejecutivo y sólo podían ser escogidos entre las clases superiores, eran nueve arcontes y sólo duraban un año en sus funciones). También existía el Consejo de los Quinientos que tenía como función preparar las reuniones de la Ecclesia, que era una asamblea popular (de ahí viene la palabra “Iglesia”). Cuando surgía un problema entra el Areópago y el Consejo de los Quinientos, la Ecclesia era la que tenía la última palabra.
Este equilibrio de poderes dio inicio a una república mixta inclinada hacia la democracia y fue cuando Grecia indujo a otras griegas a la democracia, alarmando a las que todavía tenían oligarquía como Esparta y más aún a los emperadores persas porque las ideas democráticas empezaron a extenderse a las ciudades griegas de Asia Menor (lo que hoy es Turquía).
Todo indicaba el camino hacia la democracia en Atenas, pero había un obstáculo: seguía existiendo el Aerópago y sus arcontes, hasta que en el año 462, Pericles logró que la ecclesia le quitara por ley al Areópago casi todas sus funciones y fue en ese momento cuando Atenas adquirió los rasgos constitucionales que la convertirían en la más exigente de las democracias.
Los ciudadanos ejercían en forma directa, sin representantes, el poder legislativo de la polis. Casi todas las magistraturas ejecutivas y judiciales, incluso la de los arcontes, se llenaron por sorteo entre los ciudadanos sin exclusión de clases, de modo tal que ningún polites dejaría de ocupar varias magistraturas en el curso de su vida gracias a un sistema de rotación. Se calcula que uno de cada cuatro ciudadanos ocupaba un puesto público por año. Es importante mencionar que sólo se consideraban ciudadanos los hijos de padre y madre ateniense y quedaba prohibido para las mujeres, los esclavos y los extranjeros, en otras palabras, Atenas tenía aproximadamente 200 mil habitantes, pero tan solo 38 mil ciudadanos. Por esto se dice que la democracia de Atenas era limitada.
En el año 431 antes de Cristo estalló un conflicto que venía gestándose desde hace tiempo: la Guerra del Peloponeso entre la democrática Atenas y la oligárquica Esparta. Al cabo de algunas batallas muere Pericles en el 429 y la ecclesia no se mantuvo fiel a su pensamiento y no buscaron una paz negociada. Después de incontables alternativas, Atenas fue definitivamente derrotada por Esparta en el año 404. Más adelante, en el año 334, Atenas fue conquistada por el Rey Filipo de Macedonia (padre de Alejandro Magno). Pero la historia continuó y al llegar el año 148 toda Grecia fue conquistada política, militar y culturalmente por Roma naciendo el mundo greco-romano. Estas constantes derrotas originan una especie de “decepción” ya que su sistema democrático había sido vencido por las oligarquías y surgieron las teorías de Platón y de Aristóteles, donde mostraban una especie de “desconfianza” a la democracia. Además, la democracia se hizo famosa por su crimen mandando matar a Sócrates.
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